domingo, 25 de enero de 2009

sábado, 24 de enero de 2009

Si quieres bailamos

Estaba pensando en escribirte una canción y no me sale
Estaba yo solo sentado tratando de entonar.
No sé qué contarte que no me hayas dicho tú primero,
Tiro el cenicero y me sale todo del revés.

Ya no sé qué contarte,
Que no te haya contado ya.
Ya no se que besarte,

Que no te haya besado ya.


Si quieres bailamos, me pongo los zapatos
Y me llevas, y me llevas contigo
Por ese mundo oscuro y desconocido
Del compás, olvidarnos del tiempo perdido
Y despertar y ver que aún estás.



¿Sabes? No es lo mío hacer de florero por la vida,
Pues no es mi parada en la que tengo que bajar,
Nos quedan dos miradas hagamos el amor en un instante,
Hacer que nos queremos, enamorarnos dentro del vagón





Ya no sé qué contarte,
Que no te haya contado ya.
Ya no se que besarte,
Que no te haya besado ya.
Si quieres bailamos, me pongo los zapatos
Y me llevas, y me llevas contigo
Por ese mundo oscuro y desconocido del
compás, olvidarnos del tiempo perdido
Y despertar y ver que aún estás...



Pereza_Si quieres bailamos.


miércoles, 21 de enero de 2009

tequiero gummi




Siempre él, siempre con su forma de ser,
siempre con esas bromas
que me hacen
se feliz, aunque no este con él,
siempre que me acuerdo de esos momentos,
me hacen seguir para alante.





Quien haya sentido,

que tiene como un ángel de la guarda
que le protege en todo,
para mí ese ángel de la guarda, es él.


No me hace falta nada más,
solo que tu siempre estes ahi.
tequiero gummi,
eres el mejor amigo que puedo tener.

lunes, 19 de enero de 2009

En ocasiones, veo vivos.

"Descanse en paz" .Vaya gilipollez, como si todo el mundo se hubiera cansado en vida.Hay quien debería lucir sobre su tumba justo lo contrario.O mejor, que intente descansar en medio de un conflicto de mil pares de bemoles, que no veas la que nos liaba aquí.Si, como mínimo, los epitafios fuesen honestos. Si, como máximo, en los funerales se reservase el derecho de admisión.Pero no. Cuando alguien muere, toca hablar maravillas del finado. Y como ya dijo el sabio, nada como palmarla para que hablen bien de uno. La única parte que entiendo de tanta delicadeza es la de no meterse con alguien que ya no se puede defender. Con lo cual, para mí, cagarse en los muertos no es una falta de respeto, sino de valentía. Y de cobardes están hechas las barras de bar, las cunetas de la miseria, los escaños del corazón.Pues la verdad, me suena todo a patraña, perdón, a campaña para los que nos quedamos, y que los demás vean lo buenos que somos, que hasta a los que ya no nos oyen les dedicamos nuestros mejores deseos. Qué magnánimos, qué sensibles, cuánta misericordia, y qué par de huevos que nos gastamos.Nos da igual. Ésa es la puñetera verdad. Nos la trae muy floja. Hablamos con respeto sumarísimo de allegados y conocidos, y luego nos la suda que en este mundo la palme un niño cada tres segundos por falta de agua potableEl caso es que tampoco entiendo qué nos pasa con la muerte. Por qué la escondemos tanto. Por qué la ignoramos así. Por qué hemos hecho de la Parca un personaje de celuloide rebozado en salsa de ketchup, a cambio de recluir a la muerte real, la de la vida misma, a los tanatorios, esos espacios cada vez más parecidos al aeropuerto secundario de un país nórdico. Como si creyésemos que, al olvidarnos de ella, ella se acabará olvidando de nosotros. Con lo inexorable que es morirse de algo. Lo bonito que es morirse por algo. Y lo necesario que es morirse por alguien.